Un ruidito: un zumbido mecánico e incesante, salía de las frenéticas y a toda velocidad borrosas aspas del ventilador. El televisor sujeto a una esquina superior de la oficina tenía seleccionada la opción de MUTE por lo que los orgasmos furiosos de las estudiantes enredadas en una transpirada orgía no llegaban a sus oídos.
Con la yema de los dedos índice y pulgar presionaba levemente el extremo de tres papas fritas -que impregnaban de sal a sus huellas digitales- antes de extraerlas del envasado de Mc'Donalds donde permanecían ocultas.
Se llevó las frituras a la boca , y dejó a sus molares triturar.
Su escritorio, justo en medio de la espaciosa oficina, adquiría identidad al reunir como elementos: Una bolsa de papel característica de la renombrada empresa de comida rápida, un envase de papas fritas, un teléfono anaranjado (de disco), una lámpara de escritorio, una taza de té y un documento impreso sobre una carpeta abierta de color azul.
Se ajustó el nudo de la corbata mientras masticaba. Se limpió la sal de los dedos con un lote de servilletas que arrojó a la papelera. Buscó un BIC rojo en el cajón superior de su escritorio y lo destapó. Corregiría la ortografía del documento tipografeado en Arial 12, cuyo contenido consistía en lo siguiente:
“CARTA REFERENTE A CONGELACIÓN DE ESTUDIOS.
Al Director Académico.
Mi motivo para congelar es el siguiente: No me siento contento con la institución, en parte por carencias de ésta y principalmente por que no me siento bien ubicado.
Quiero congelar porque quiero probar con otra cosa, y ver si me siento más motivado y enérgico en otro ambiente, y entender hasta que punto estudiar en este recinto fue o no un error. Quizás me sienta fuera de lugar estudiando otra cosa, pero no puedo seguir con ustedes hasta que sepa eso con certeza.
Dados los motivos, me gustaría poder congelar indefinidamente.”
Tras leer el texto tres veces trazando la debida simbología con el lápiz BIC (toda clase de círculos, cruces, líneas ondulantes y nuevas tildes), timbró el documento, lo dobló a la mitad y lo introdujo en un sobre.
En la pantalla de la televisión sujeta a una esquina superior de la oficina, las tres o cuatro transpiradas estudiantes eran masacradas por un cuidador de zoológico que portaba una sierra eléctrica. Los chorros de sangre lo regaban todo y el cuidador parecía disfrutarlo.
Con la yema de los dedos índice y pulgar presionaba levemente el extremo de tres papas fritas -que impregnaban de sal a sus huellas digitales- antes de extraerlas del envasado de Mc'Donalds donde permanecían ocultas.
Se llevó las frituras a la boca , y dejó a sus molares triturar.
Su escritorio, justo en medio de la espaciosa oficina, adquiría identidad al reunir como elementos: Una bolsa de papel característica de la renombrada empresa de comida rápida, un envase de papas fritas, un teléfono anaranjado (de disco), una lámpara de escritorio, una taza de té y un documento impreso sobre una carpeta abierta de color azul.
Se ajustó el nudo de la corbata mientras masticaba. Se limpió la sal de los dedos con un lote de servilletas que arrojó a la papelera. Buscó un BIC rojo en el cajón superior de su escritorio y lo destapó. Corregiría la ortografía del documento tipografeado en Arial 12, cuyo contenido consistía en lo siguiente:
“CARTA REFERENTE A CONGELACIÓN DE ESTUDIOS.
Al Director Académico.
Mi motivo para congelar es el siguiente: No me siento contento con la institución, en parte por carencias de ésta y principalmente por que no me siento bien ubicado.
Quiero congelar porque quiero probar con otra cosa, y ver si me siento más motivado y enérgico en otro ambiente, y entender hasta que punto estudiar en este recinto fue o no un error. Quizás me sienta fuera de lugar estudiando otra cosa, pero no puedo seguir con ustedes hasta que sepa eso con certeza.
Dados los motivos, me gustaría poder congelar indefinidamente.”
Tras leer el texto tres veces trazando la debida simbología con el lápiz BIC (toda clase de círculos, cruces, líneas ondulantes y nuevas tildes), timbró el documento, lo dobló a la mitad y lo introdujo en un sobre.
En la pantalla de la televisión sujeta a una esquina superior de la oficina, las tres o cuatro transpiradas estudiantes eran masacradas por un cuidador de zoológico que portaba una sierra eléctrica. Los chorros de sangre lo regaban todo y el cuidador parecía disfrutarlo.
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2 comments:
aaaay el literato. o el cineasta? o el artista? o tipico ni te causa gracia el post.ahora soy más lola y tengo flickr /vostok6
suerte. (soy la elisa,nose pq sale anonimo)
te puedo copiar esa carta para el director de mi carrera?
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