Un abogado observa a una oveja pastar. Sus calcetines están húmedos y no hay gente cerca.
"Me siento sumamente desmotivado" enuncia, con pesar.
La oveja, impasible, no articula palabra; se remite a masticar.
Los calcetines del abogado están decorados con rombos. En un cajón de madera guarda varios similares, enroscados en bolas y amontonados junto a calcetines deportivos y calzoncillos de distintos tipos. Esa ropa está seca, no así los calcetines que tiene puestos.
"Pareciera ser una bestia silenciosa", piensa. Su rostro, que ensambla una desesperada mueca de auto-compasión, busca en el animal una mirada recíproca que sencillamente no sucede.
Decepcionado, vuelve a su automóvil, y mientras conduce pone música a un volumen moderado.
"Me siento sumamente desmotivado" enuncia, con pesar.
La oveja, impasible, no articula palabra; se remite a masticar.
Los calcetines del abogado están decorados con rombos. En un cajón de madera guarda varios similares, enroscados en bolas y amontonados junto a calcetines deportivos y calzoncillos de distintos tipos. Esa ropa está seca, no así los calcetines que tiene puestos.
"Pareciera ser una bestia silenciosa", piensa. Su rostro, que ensambla una desesperada mueca de auto-compasión, busca en el animal una mirada recíproca que sencillamente no sucede.
Decepcionado, vuelve a su automóvil, y mientras conduce pone música a un volumen moderado.
5 comments:
te odio porque siempre he querido escribir un cuento. solo escribo bobadas autobiograficas y ya ni eso.
jaja.. gracias anto, parece que próximamente más mini-fábulas y cuentos de animales.
saludos.
interesantes textos y buenos dibujos...
lo invito a conocer (si no lo conoce) a mi fiel perro GUAU! que hoy celebra 100 números.
http://guaucomic.blogspot.com
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saludos!
adivina.
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