Monday, February 11, 2008

texto

Una gallina y una liebre conversan sobre un muro de ladrillos. Y de fondo, algunas nubes se pasean lentamente. Tan sólo se trata, de un dominguero intercambio de palabras.

Conforman el muro, en una repetición monótona y constante, rojizos, oscuros: los rectangulares ladrillos. El cielo es liviano y celeste.

Hasta donde el televidente sabe, siempre han estado ahí, sin cortes comerciales. El mismo muro, la misma liebre, la misma gallina y el mismo cielo.

Y siempre ha sido domingo.

1 comment:

Gabriela said...

La cortiina roja me hizo imaginar el sonido de la conversaciòn