Monday, October 29, 2007

ESTRENO



Para la clase de Historia y Estética del Cine.

ACTUALIZACIÓN:
Anexo un texto que escribió recientemente Pedro Peirano en "La Tercera".

"Werner Herzog armó el excelente documental Grizzly Man (2005) con el material de cámara de un gringo tarado que que "estudiaba" los osos grizzly en Alaska. Los grababa temerosamente, les ponía nombres como "Chocolate" y abogaba por su protección a pesar que no están ni cerca del peligro de extinción. Nada de eso impidió que se lo comieran. Herzog reflexionaba sobre toda la humanidad que este pobre hombre necesitaba atribuirle a esas bestias salvajes. Veía amistad y cariño, donde a simple vista se apreciaba sólo hambre y temible naturaleza.

No hay tal cosa como "ositos", esa ternura de fábula es sólo la expectativa del hombre por comprender al mundo haciéndolo más amable de lo que realmente es. Al humanizarlo todo hasta normalizar la salvaje realidad, el hombre trata de olvidar que es un animal, por miedo y por comodidad. Y luego se pasa de la raya intentando olvidar que los demás animales son animales.

Les brindamos a las bestias las más extravagantes reputaciones con un éxito aplastante, que traspasa la literatura antropomórfica que las han originado (esas mentirillas de Esopo y Samaniego) y se instalan en la cultura general como realidad firmes cual roca. Es difícil aceptar que un búho no es más sabio que un pollo, o ver a las tortugas como los lagartos sanguinarios que son, o concebir al conejo en estado salvaje como una criatura particularmente violenta. El inglés Richard Adams escribió una novela sorpresivamente buena sobre la epopeya de unos conejos buscando un lugar donde vivir, Watership Down, y con paciencia y un poco de tolerancia ante la ridiculez del tema, se puede llegar a apreciar de manera distinta a criaturas tan escandalosamente candorosas.

Si había algo de bueno en esa época irresponsable de salvajes cacerías y de aventuras a la Tarzán, era esas sensación de peligro, de planeta alienígena plagado de criaturas asesinas e incomprensibles. Los elefantes eran tan salvajes y peligrosos como ahora, aunque ahora sean vistos como torpes payasos de nariz larga. Y los gorilas eran, como hoy, seudogente no muy digna de confianza. Actualmente la ecología ha eliminado a los monstruos, transformándolos en gentiles compañeros del hombre. No hay nada de Moby Dick en la moderna percepción de las ballenas. Nada que les devuelva su estatus de bestias salvajes de entorno misterioso. Ni hablar de los delfines, a los que el exagerado entusiasmo humanizador ha rebajado a la categoría de elfos extraterrestres al borde de la santidad.

Éstas tonterías evitan matanzas, y por eso no hay que quejarse demasiado. Pero una mirada honesta a los ojos de cualquier animal -tu perro o tu gato- puede devolverte, en privado, la maravillosa, peligrosa y emocionante sensación de que la naturaleza se escapa siempre, a pesar de nuestros atajos."

5 comments:

Anonymous said...

Rara, pero dentro de, buena. Bacán esa parte que salen dos caracoles y la luna atras quedaba muy bonito el cuadro, y tambien una parte que sale un caracol iluminado por detras como moviendo las antenas, tambien se veia buenisimo. eso

Anonymous said...

AAA, y la musica de debussy al principio es increible.

Alma said...

la luna? ja!

diego diego...muy bien, amigo. Veo que quedaste más que feliz, genial!

A mí también me gustó, encuentro que funciona muy bien, como dice tu amigo, en la rareza...Bien por nosotros!

chao!


!

cabellosdefuego said...

ñaaaa, necesito desesperadamente un computador con sonido.

mierdra.

u.u

maiqza said...

la raja , como siempre . oye
quiero ser bacan como tu y hacer
esos collages . yo si tuviera
ese super poder llenaria mi casa
de ellos.